A LOS QUE NO NACIERON
Tú, pequeño niño, que no llegaste a nacer,
has
regresado prontamente al sueño de la eternidad.
La
mayor de las injusticias se ha cumplido
y
aquellos ingenuos hombres
que
no quisieron que vieras el resplandor o la luz de la mañana,
siguen
viviendo en el mundo de las mentiras y las tinieblas.
Perdona
a tu Madre, algún día en el silente cielo, la tendrás.
Tú,
no has muerto,
pequeño
reflejo del niño Cristo.
Dios
te ha hecho ángel
y
otra vida y obra tendrás.
Cuida
desde esa pronta eternidad
de
este mundo contradictorio y finito,
donde
muchos no saben aún por donde deben andar.
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