POEMA ÁLEFE
Hoy no hay dolor en las letras de mi mente, ni en los andenes
de mi corazón.
Hoy hay alegría en todas las casas y una fe gratuita a la
creación.
Se respira un álefe, un mundo sin hambre y sin cena triste.
No veo al mendigo que sufre, ni al niño que muere, no hay
tristeza que sentir.
Álefe es como la marea que nos trae el mar,
que cura a mis adoloridos huesos.
Es la plenitud de la plenitud, que tiene toda virtud.
Es la alegría que la nostalgia de mi nostalgia espera por
siempre.
El mundo tiene hoy su Juicio Final.
El fin vuelve a ser el principio, no hay hogares sin pan.
Nuestros destinos tienen también su propio final,
les espera desdicha o eterna felicidad.
Yo espero aquel día, al cual este verso le ha nombrado Álefe.
Hoy Dios conoce al mismo Dios.
Cerraré mis ojos por última vez,
con los sueños de mi niña alegría.
Veré a Dios por vez primera
y me hará una pregunta,....,
la respuesta no la sé.
Luego, volveré a ver a mi Madre,
en aquel infinito día.
Yo espero aquel día, al cual este verso le ha nombrado Álefe.
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