Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2022

CUENTO A VECES EL OLVIDO

  Y a no se acuerda con lucidez de su niñez, de sus amigos cercanos, de los dos viajes a Europa-uno a Italia y el otro a España-, ni de los consejos de Mamá Josefina, ni los nombres de los personajes del Quijote, pero recuerda la trama. Ha borrado de la mente casi todas las clases magistrales de literatura dictadas con pasión en la Universidad Nacional de San Agustín y en la Mayor de San Marcos. Contabiliza el tiempo de un modo peculiar; el alba y el ocaso son las claves para entender dos tiempos del mismo día, y en las noches, sabe con certeza que despertará, lo que no sabe aún es si algún recuerdo podrá navegar en su mente sabia. Ha olvidado La Lotería de Babilonia pero admira la pluma y el universo de Borges, ha olvidado al Consejero de la Guerra del Fin del Mundo sin eludir la crítica a Vargas Llosa, ya no se acuerda de los principios liberales de La Riqueza de las Naciones ; sin embargo, su mente reconoce a Pitágoras como creador de la Economía y no a Adam Smith. Permanece e...

ALMA MIA

  Toma alma mía un trozo de mi vida, ahora que mi pobre corazón, ya de mucho trajinar se agita.   Toma alma mía, la inspiración de las reflexiones de mi poesía, ahora que mi pobre corazón, ya de mucho trajinar también se regocija.   No olvides alma mía, las virtudes que anhela tener los latidos de mi corazón. No olvides que en el universo de tus pensamientos estoy yo. Han pasado años y ya defino qué sangre de amor corre por mis   venas; y en los años venideros, me dirás que tengo que hacer alma mía.   Mi vida ha tenido años con sabor muy mustio e instantes inolvidables del pincel de la risa. Yo vengo de un poema inconcluso y de una brisa maternal, que aún me abriga. Años e instantes, que tú bien conoces alma mía. Tú también tienes un sabor mustio en tu mirada y una huella de la risa. Tus latidos por momentos, son iguales   a los míos.   Mi alma es el lugar de todos mis recuerdos, es el Aleph con el cual miro este mun...

VEN ESPERANZA

  Ven esperanza, ven hoy, ven mañana, ven temprano, para ennoblecer sutilmente mi alma. Ven siempre, cuando mis días tengan nostalgia, cansancio y oscuridad. Solamente de ese modo, esos días con el verso que es tu nombre, se olvidarán.   No conoces de ocasos tristes, ni duermes en la penumbra de la desilusión. Aunque nuestras vidas tengan la apariencia de un final, esperanza, eres en cada despertar, mi ansiada virtud.   Ven esperanza, ven sin avisar, pero no seas fugaz. Ven con una palabra, con un gesto o un inédito verso. No olvides las huellas de mis años y mis heridas. Ven con un fulgor, que disipe todo mi dolor.   Ven con el reflejo que nos trae la luna, para de ese modo, admirar mis estrellas que navegan en el firmamento. Ven pronto, como el viento a la tarde. Yo te estaré siempre esperando.   Ven esperanza con un libro, que sea la razón de mi inspiración. Ven a mi mundo, a la lasitud que tienen mis pasos,   ...

SEMBLANZA

  A la memoria de mi abuelo Guillermo Fue un justo juez, cuyo juicio otorgaba sabia razón, al indio, al hacendado, al rico o al mendigo. El destino no me permitió la dicha de haberlo conocido, solamente   recopilé varias anécdotas e historias maternales, de su sabio corazón.   Vivió siete años junto a su niña alegría, siete oraciones juntos cada semana, el tiempo necesario para ser feliz y así poder prolongar la vida. La enriqueció   con relatos y besos en la fría serranía, venciendo de este modo, al tiempo de su pronta partida.   Expresión firme y compasiva en la mirada. Se quitaba el sombrero de igual forma, para saludar a un vocal o a un obrero. Hizo sentar en su mesa a un hambriento, a un niño, a un desconocido. Los nombres no son casualidad, algo de mi abuelo debo tener yo.   Se despidió sereno un otoño con estrellas de su niña alegría, para ser su guardián, desde aquel cielo de eterna fantasía. La vida es un instant...

YO CREO

  Yo creo que la vida no es un hecho fortuito, es la historia breve de un libro que no es gratuito. Yo creo que he sido y soy un enamorado de las culturas, del artificio de las letras y de la quietud de las noches eternas.   Yo creo más en Sócrates que en otro de sus sucesores. Yo no creo en Marx, en Hume, en Smith, no creo en la utopía. Yo creo en un niño carpintero de Nazareth y en su Madre María, que en cada tarde o al despertar la mañana, alguna plegaria mía les rezaré.   Yo no creo que el ayer ni el presente presagien nuestro futuro. Cada día nos es diferente, pero no absolutamente incierto. Nosotros, seres mortales que seremos polvo, podemos ser eternos, si hacemos de nuestro vivir, un pequeño huerto.   Yo no creo en los reinados de la monarquía, ni en la praxis política. La democracia de hoy me sabe imperfecta, las cifras no otorgan siempre razón. Yo creo en el hombre sabio, porque que no habla mucho y sus ojos son como las ...