ARTICULO EL AMOR A LOS LIBROS
No recuerdo
exactamente el primer libro que leí, pero la aventura empezó cuando escuchaba a
mis padres hablar de los libros que leían. Desde infante, tuve interés en leer
y conocer un poco más el mundo. Intuyo que, hoy existe mayor interés
y amor a los libros que hace unos años atrás, esto debido a las
diversas Ferias de Libros que se organizan. El
mundo digital, permite tener acceso a libros clásicos y
contemporáneos. Personalmente, me he acostumbrado a leer libros virtuales con
los años. La experiencia de leer, no depende del medio, sino de la esencia que
se encuentra en la lectura. Los libros nos animan a vivir, a imaginar, nos
disipan de la tristeza y nos reconfortan en la alegría.
Mis autores
predilectos son Borges, por ser un creador casi perfecto de la ficción. Su
literatura argumenta la causalidad y todo lo leído lo plasma en versos y prosa
que enriquecen el buen oficio de escribir. Yo no comparto con el célebre autor
gaucho, su posible postura agnóstica, y digo posible porque su obra tiene como
esencia el infinito y el universo, como se aprecia en El Libro de
Arena y en La Biblioteca de Babel. Su mejor libro- a mi
modesto aparecer- es El Aleph, un punto desde el cual se ven todas
las partes del universo. Admiro a Vallejo; por ser un creador de una nueva
forma de hacer literatura con su aire metafísico, su creativa
estética y el uso de neologismos, unidos a un escritor que forjó en
su alma lo que le sucede a Dios y al hombre. Sus mejores libros me parece que
son: Los Heraldos Negros, Trilce y Poemas
Humanos.
Leo a Aristóteles,
por su visión anticipada de la existencia de Dios; a Neruda, porque tiene
muchos versos de amor escritos metafóricamente; admiro a Einstein, por su
sabiduría y por la argumentación acertada del futuro de la tecnología en la
humanidad. Necesito leer a Gabriela Mistral por su ternura; a Amado Nervo, por
la huella continua de la divinidad entre sus egregios versos; al genial
apologético Gilbert K. Chesterton por su capacidad para argumentar y a nuestros
Víctor Andrés Belaúnde como Bustamante y Rivero, por su pensamiento acertado
sobre la realidad de nuestro país. También he leído a
autores distintos a mis pensamientos. El existencialismo sartriano tiene una
parte humana muy peculiar, que valora el momento de vivir cada día;
donde la nada sí existe, porque al negarla no podría afirmar que el
universo existe. La nada es opuesta al universo. Marx se identificó
inicialmente con la injusticia a los obreros, pero como sostendría George
Orwell, terminó siendo una utopía. Y así podría citar a Camus, Heideguer,
Vargas Losa, Mariátegui, …, quienes en sus ideas opuestas hacen
repensar las mías.
El lector va
teniendo una amistad con el escritor. Eso es lo hermoso de los
libros, porque al inicio hay dos personas que no se conocen. En el transcurso
de la lectura, el lector se identifica con uno o más personajes, los hace
propios y desea saber el desenlace. El final del libro puede tener incógnitas
para el lector. Yo no cierro los mejores libros, porque no existiría sin ellos.
Así es mi amor a los libros, que han hecho de mí un bisoño escritor.
Noviembre, 2023
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