ARTICULO:EN LO QUE CREO Y NO CREO
En
primera instancia, no creo en el modus operandi ni en los objetivos de la política
peruana, por lo tanto, no le creo al
99% de los políticos. Casi todos
ellos, con sinceras excepciones, poseen la filosofía de la mentira, la excusa y
la incapacidad. Están allí, porque el facilismo legal se los permite, pero no
la lógica ni el mérito. Creo en un gobierno pequeño, que batalle arduamente el
modelo de Max Weber: la burocracia. Creo en los gobiernos promotores,
reguladores, que respetan la dinámica del mercado, pero no se inclinan ante él.
Creo en los hombres y mujeres juiciosos que gobiernan y creo que son muy pocos
en mi país y en el orbe.
Creo
que el Perú es un crisol de razas, aún inentendible para la mayoría
poblacional. Nos denota esfuerzo mirarnos unos a otros, cuando somos diferentes
y saber que compartimos una misma tierra, una misma historia y somos una
nación.
No
creo en el memorismo, porque es información almacenada, pero si en la memoria y
el recuerdo, porque aquello construye visiones para futuros mejores y nos
mantiene vivos en nuestra esencia.
Creo
que las mejores lecciones morales vienen de los seres más sencillos, tienen más
que enseñar. No están seducidos por el lujo y la moda intrascendente. Creo que
los regalos no se envuelven, prefiero los regalos del alma.
Creo
en la vocación personal, como el verdadero ensayo de la felicidad. No creo en
el nihilismo, porque es nada y me sabe a nada. Nietzche, hizo una predilección
por sí mismo y de ello hizo una corriente que lastimosamente ha impregnado en
la cultura postmoderna. Creo que es posible combatirla. No creo en la rabia de
Schopenhauer, creía ser más que Sócrates. ¡Vaya osadía! Creo que Shylock (El
judío avaricioso en el Mercader de
Venecia), representa la falta de solidaridad y el alma inamovible de
millones de hombres. No creo en un mundo mejor sin un hombre mejor.
Creo
que Alonso Quijano era un hombre cuerdo en lo moral y en su concepción del
mundo. Su locura era un severo llamado de atención a la humanidad. No creo que
esté todo escrito sobre el mundo y el hombre, no hemos llegado ni a la mitad.
Creo
que la vida es una aventura y que todo ser posee el derecho a nacer, está
llamado a desafiar a la aventura. Creo en la verdad, en los buenos sueños, en
un mundo con mayor acuarela de solidaridad. No creo en el azar, eso es para
aquellos que no se esfuerzan y están acostumbrados a bajar los brazos. Creo en
la esperanza y es en ella donde mi alma desea reposar.
Publicado en el boletín
institucional del Instituto Superior Tecnológico del Sur.
Marzo, 2024
De mi libro: Borges;el otro el mismo.
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